Con Kevin Hart, al menos para mi, existe un antes de "Jumanji, bienvenidos a la jungla" (Jake Kasdan, 2017) y un después. Pasaré a denominarlo a. J. y d. J. Antes no me hacía gracia, ni p##a gracia. Después de aquella la gracia sigo sin encontrársela, pero al menos le he agarrado algo más de apego. Pero sin pasarse, vale. Luego está el caso particular de mi madre. A ella Hart le hace mucha gracia. Misterio que va para Iker Jiménez.
¿Y a dónde quiero llegar con todo esto?, se preguntarán. Pues a ver, ya se que "Un espía y medio" se estrenó antes de "Jumanji, bienvenidos a la jungla". Pero yo la he visto después. Así que la endoso d. J. y no a. J. Todo hay que decirlo, leñe.
"Un espía y medio" acaba resultando la clásica comedia de acción de cadena de montaje, sin un atisbo de personalidad. Me la he tragado por el inmenso carisma de Dwaynne Johnson y porque igual le voy pillando el truco a Kevin Hart. Pero vamos, por lo demás, poco o nada a lo que agarrarse. La parte comedia pichí pachá, y la parte thriller de acción plana y llena a rebosar de giros argumentales que se intuyen con años de antelación. Cero sorpresas, vamos.
"Un espía y medio" moló infinitamente más cuando hace unos años la firmó Paul Feig con Sandra Bullock y Melissa McCarthy. "Cuerpos especiales" se llamó. Pero claro, es que Feig es mucho Feig. Rawson Marshall Thurber acertó en "Somos los Miller" (2013), pero aquí se ha relajado de lo lindo y mira tu lo que ha salido.