Valiente película del belga afincado en Francia Lucas Belvaux, que provocó una encendida polémica en Francia entre cargos y votantes del Frente Nacional al verse ficcionados aquí.

Rodada con calma y atenta a las relaciones familiares y sociales de una pequeña comunidad de la campiña francesa, resulta un reflejo acentuado, eso sí, de la sociedad aburguesada gala, que al igual que la española y europea, exacerban la identidad nacional frente al diferente para conservar sus supuestos privilegios (nunca los de la clase trabajadora) y sufren la desideologización de la generación intermedia en pos del pensamiento único tomado como técnica e inevitable (el neoliberalismo). Por eso, el papel de la enfermera candidata por la extrema derecha hija, a su vez, de un viejo comunista es muy creíble, por esos procesos de desideologización.
Lo más llamativo es la puesta en evidencia de las nuevas técnicas comunicativas de la extrema derecha para conseguir mayorías sociales sin levantar muchas sospechas de su verdadero ideario e intenciones.
Final demoledor.