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Spain Spain · www.elotrofanboy.com
Blanch rating:
7
Romance. Comedy. Fantasy On his 21st birthday, Tim Lake's (Domhnall Gleeson) father (Bill Nighy) tells him the family secret—all the males in their family are able to travel back in time. He can go back to any moment and live it over and over again until he gets it “right.” He decides to go back in time to see if he can win the girl of his dreams Mary (Rachel McAdams), but he finds out that not everything can be fixed, and that time travel doesn't come without consequences. [+]
Language of the review:
  • es
September 25, 2013
11 of 15 users found this review helpful
Como dirían los andaluces, Richard Curtis tiene duende. Mientras que a otros cineastas afincados en el género romántico no les pasamos ni una, Curtis, que también se pasa de cursi, siempre nos acaba conquistando. Puede que se deba al buen uso que hace de la flema británica, a las siempre acertadas elecciones de casting o a que sabe perfectamente qué teclas tocar para emocionarnos, pero todas sus películas, tanto las que sólo escribe como las que también dirige, son una cita ineludible para cualquier fan de la rom-com que se precie. Y 'Cuestión de tiempo', su regreso al género tras la divertida y musical 'Radio encubierta', no iba a ser menos.

Su nuevo trabajo vuelve a girar en torno al romance entre un torpe británico y una hermosa americana, pero esta vez con un añadido especial: los viajes en el tiempo. Quienes estén hartos de este recurso tan manido en la ciencia ficción no deben preocuparse, puesto que lo que menos le interesa a Curtis son las parábolas temporales. Por supuesto que hay efecto mariposa de por medio, pero estos viajes son sólo una excusa para desarrollar la doble temática en la que está orquestada el filme. En primer lugar, una comedia romántica de las de toda la vida, pero muy divertida, ocurrente y, por qué no, tierna y dulce como un algodón de azúcar. Domhnall Gleeson es adorable y Rachel McAdams está más encantadora que nunca, por lo que presenciar cómo se enamoran (ese primer encuentro a oscuras…) y el progreso de su relación es todo un placer.

Sin embargo, llegado a determinado punto de la historia, el romance queda relegado a un segundo plano y cobra importancia la relación del personaje de Gleeson con su padre, encarnado por el siempre carismático Bill Nighy, y aunque esta parte está tan cuidada como la otra se torna demasiado ñoña conforme se acerca el desenlace, momento que tarda en aparecer puesto que el filme dura unas dos horas un tanto excesivas, sobre todo cuando Curtis se pone serio y quiere aleccionarnos sobre las cosas que realmente importan en la vida. Sus intenciones son honestas, pero subraya demasiado su mensaje, de contenido un tanto conservador.

Sin embargo, en 'Cuestión de tiempo' los pros superan holgadamente a los contras por los siguientes argumentos de peso: reparto perfecto (no hay ni un sólo personaje incapaz de ganarse nuestro cariño, incluso los antipáticos), un guión ingenioso con gags efectivos, suficientes momentos para llorar y abrazar al que esté sentado a nuestro lado, música pastelosa pero soportable y un escenario idílico: Londres y la región costera de Cornwall. Y si encima la moralina de Curtis nos sirve para replantearnos ciertas cuestiones sobre la forma en la que aprovechamos (o desperdiciamos) nuestras vidas, sinceramente no sé qué más le podemos pedir.
Blanch
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