Abderrahmane Sissako se convierte en una de las voces más humanistas del cine actual con esta película de gran fuerza emotiva y crudeza realista sobre la ciudad de Timbuktu, ocupada por la yihad en la actualidad

Sissako realiza un retrato de varios seres humanos que viven en la ciudad, de su día a día y de su lucha silenciosa ante el fundamentalismo islámico que les domina por la fuerza. Una gama de personajes fuertes, llenos de orgullo e ideales, ansiando la libertad de acción y pensamiento, en esto la música, prohibida por el islamismo, cobrará gran protagonismo.

Una cinta necesaria ante la grave situación que viven muchos países bajo el yugo del fundamentalismo religioso, una película que llena de orgullo a los seres que pueblan Timbuktu sin dejar de lado el halo de desesperanza. Una cinta excepcional en su calado humano y que nos abrirá mucho más los ojos sobre los poblados ocupados por el islam radical.