La película ha sido promocionada como "el mejor thriller alemán desde la vida de los otros" y ha hecho que esta propuesta haya tenido que verse comparada con una película que le sirve de influencia pero que tenía más elementos a destacar.

Nos situamos en Noruega a finales de los 80, el muro de Berlín hace diez años que cayó y aparecen unos casos sobre mujeres que tuvieron hijos con soldados nazis y que, tales hijos desaparecieron al ser llevados a Alemania.

El tema de la identidad lleva a la película durante la hora y media pero con partes en la trama, sobretodo la primera mitad del filme, que desquebrajan un conjunto que podría haber sido notable a causa de la sensación de desorientación que el espectador siente ante el complejo tema que parece tratarse en la pantalla.

Cuando la cinta se centra en la tesis principal dejando apartado el frío tono de investigación y se dirige al drama entre hija y madre la película gana fuerza dejando una excelente media hora final en la que Juliane Köhler y la bergmaniana Liv Ullman dan todo un recital de contención.

La película es consistente en la trama y sólida a nivel escénico y satisfará a todo interesado en la historia reciente (general y humana) del viejo continente.