Un día me engalané para ir al cine bien acompañado de amigos y hermosas señoritas, a un cine de estos de centro al que se va más a lucir y comer palomitas que por amor al buen cine. Y de pronto vi esto, y he de decir que es la mejor película que he visto repeinado un viernes desde hace mucho tiempo.

Una cinta comercial. Fórmula: acción con efectos especiales + sencillo humor + romance. Sin ir más lejos, esá claro, pero me pareció tan bien entramada y con tan carismáticos personajes que la he visto ya tres veces. ¡Además el señor Zimmer clava la banda sonora! No lo había pasado tan bien con una fórmula tan sencilla desde hace mucho tiempo. Con su entrañable Holmes, versión yonki, junto a Watson, versión ludópata.

Cuado salí del cine, pensé: "Doyle, debes estar removiéndotee en tu tumba"; no tuve otra idea mejor que ojear las novelas de Holmes, para contrastar. Sorprendentemente descubrí que, hasta ahora, nunca había visto un Holmes en el cine tan parecido al de la novela. Al fin y al cabo, el mejor detectivo de todos los tiempos es tan sólo un ser extravagante, una especie de freak aficionado los productos químicos, boxeador y misógino, con más bohemia que la elegancia de "gentleman" que le da la imágen tradicional.

Si no me creen: vean, lean, comparen, y si no quedan convencidos, les devolvemos su dinero.

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