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antonio lopez herraiz rating:
5
Adventure. Action James Bond uncovers a nuclear plot when he protects an oil heiress from her former kidnapper, an international terrorist who can't feel pain.
Language of the review:
  • es
July 10, 2018
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Suele decirse que nunca es tarde si la dicha es buena, y más si la dicha tiene la presencia (y el abrumador talento escénico) de una actriz tan reputada como Sophie Marceau. La primera aventura de Bond con una mujer como némesis principal de 007 -hablo de una verdadera villana, no de un simple secuaz o amante, papel que recae en Robert Carlyle- tardó algo más de tres décadas en llegar a la saga, aunque fuese a costa de reciclar a Auric Goldfinger -Gert Fröbe en 'James Bond contra Goldfinger' (1964, Guy Hamilton)- en una magnate trastornada del petróleo cuyo plan es provocar una explosión atómica que contamine todos los oleoductos empleados por la competencia, y así hacerse con el monopolio del preciado oro negro. Por desgracia, la cara negativa de este nuevo episodio también tiene nombre femenino, el de Denise Richards, probablemente una de las chicas Bond más insustanciales -y no me refiero a su físico, que conste- de toda la franquicia.
Al contrario que Sam Mendes unos años más tarde, Michael Apted ('Nell', 'Gorilas en la nieblas') opta por resignarse a la tediosa labor de cumplir con el trámite en las escenas dramáticas mientras delega gran parte de la dirección para las secuencias de acción -escasean más, es la película menos trepidante de las que protagonizó Brosnan- en el buen oficio del antiguo especialista Vic Armstrong. A Judi Dench le cae al fin más protagonismo del que jamás tuvo hasta entonces, Desmond Lewellyn ejerce como Q por última vez y le pasa el testigo al ex Monty Python John Cleese, y la banda de rock alternativo Garbage se marca un temazo bondiano hasta la médula precedido por el segmento más frenético de toda la cinta: Maria Grazia Cuccinota y Pierce Brosnan persiguiéndose a bordo de dos lanchas por todo el río Tamésis (y parte de las calles de Londres).
'El mundo nunca es suficiente' (1999, Michael Apted) sigue siendo más de lo mismo, pero es mucho menos espectacular de lo que cabría esperar. A lo mejor es porque la traca final estaba por venir.
antonio lopez herraiz
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