La película que en algún momento Álex de la Iglesia hubiera querido hacer. Y es que los directores cogen la parte "noble" de su cine y la trasladan a una película muy divertida que además no contiene chistes verdes, ni mujeres desnudas, ni ningún otro tópico del cine español. Quitad a una película del mencionado director toda su estridencia, su humor negro y su mala leche en general y os quedará Amigos. Sí, quitar eso a Álex de la Iglesia es directamente quitar a Álex de la Iglesia, pero supongo que entendéis lo que digo.

Ernesto Alterio y Diego Martín están muy bien, muy naturales y muy divertidos. Alberto Lozano no tanto, bastante olvidable. En cualquier caso juntos forman un trío lo suficientemente peculiar como para sobrellevar el peso en pantalla. Está llena de tópicos del género, pero es igualmente divertida. Teniendo en cuenta su desarrollo le hubiera venido también bien un toque más sátiro, pero como digo es una película demasiado "blanca" como para preocuparse de ello.

Es una comedia española diferente, muy exportable de hecho. Demasiado fácil en ocasiones, pero la premisa es tan buena que te enganchará desde el comienzo.