Species sólo gustará a aquellos que tengan debilidad por los alienígenas y la ciencia ficción. Es una lástima, porque no es una película que tenga por sí misma muchos defectos, es simplemente que el responsable no supo como llevar la cosa. Es cierto que se vendió un poco como la sucesora espiritual de Alien, y el hecho de que la criatura esté diseñada por Giger siempre da especial carisma a todo, pero hay que ser realistas y decir que Species es una película normalucha de ciencia ficción que ha envejecido bien con los años.

O por lo menos los primeros cuarenta minutos son muy notables, luego la caída del ritmo es brutal. Roger Donaldson no sabe medir los tiempos, y es por esto que llegar hasta el final de Species puede resultar más una gesta que una satisfacción. Si bien la primera parte es muy recomendable, en el momento en que Natasha Henstridge se vuelve una loba caza hombres todo se queda estancado. Llamaba la atención que todo tuviera un principio tan frenético y pasaran tantas cosas en tan pocos minutos.

Disfrutable, pero la sensación que da es que Species es mejor de lo que realmente es simplemente porque no hay muchas buenas películas en el género que la puedan incordiar en esa cómoda posición que tiene.