Hace unas semanas escribía una crítica sobre Deep Impact y decía de ella que estaba muy bien hecha, pero que el género había quedado devaluado a películas de sobremesa y producciones propias del canal SyFy. Lluvia de Fuego es un claro ejemplo de esa devaluación que ha enterrado el género de catástrofes bajo una capa de mediocridad extrema.

Pero lo de Tibor Takacs con esta película es casi demandable. Esperaba que la película fuera una aburrida producción que transcurre dentro de una estación astronómica y poco más, pero la película se atreve con su propio mini armagedón y tira de efectos especiales para ello. Claro, que el problema es bien gordo cuando no son capaces ni de hacer bien un croma con dos actores que simplemente están conduciendo. No era difícil esperar que los meteoritos parecieran piedrecitas de agua que caen a un estanque.

Aburrida incluso dentro de lo cutre que es. He visto peores, pero desde luego he visto mejores dentro del propio subgénero de basura catastrofista.