Casi la cuarta parte del presupuesto de esta gigantesca versión a lo bestia del Juego de la Oca se lo llevó calentito Robin Williams, entre esos quince millones de dólares y lo que costó contratar a la ILM para los efectos especiales, no es raro que el resto de los actores sean desconocidos 8salvo la inquietante Kirsten Dunst, la niña- mujer de "Entrevista con el vampiro".
Spoiler:
Y es que, pensándolo bien, los productores podrían haber hecho también una imagen infográfica de Williams, con lo que les hubiera salido infinitamente más barato... Bromas aparte, "Jumanji" es un espectáculo en si mismo, una película donde lo mejor radica en los efectos digitalizados (aunque canten un poco: el león, por ejemplo, parece de peluche) y en el buen pulso de Joe Johnstone para enhebrar uno tras otro el más difícil todavía en que se convierte cada nueva tirada de un juego, una especie de peligroso parchís, en el que cada vez que se lanzan los dados ocurre una catastrófica intrusión de otra dimensión. Con un ritmo trepidante y a veces desbocado, la cinta tiene dos ideas centrales: una, la de que hay que enfrentarse a lo que tenemos, resulta seguramente neutral, otra, la de los padres, aunque parezcan (y sean) unos hijos de mala madre, en el fondo son unos pedazos de pan, ya es más chocante. ¿Estará el cardenal Ratzinger camuflado entre los guionistas? En cualquier caso, a partir de ahora tirar los dados en un juego de mesa ya no será tan inocente...