Eso es exactamente lo que tenemos aqui, en toda su expresión. Una alocada comedia desquiciada en la que todo vale (o casi todo). Hay que reconocerle una serie de gags y salidas de tono divertidas (entre otras, la forma en que los actores se ríen de sí mismos) y el hecho de que lleve el tono surrealista del argumento hasta límites bastantes atrevidos (y lisergicos, añadiría). A nivel técnico, cumple en todos los apartados aunque sin destacar positivamente en ninguno. El problema de esta producción es que, aparte de los divertidos golpes ya mencionados, tiene un tono demasíado escatológico, soez y juvenil. Parece una producción dirigida por y para un numeroso grupo de adolescentes aportando una serie de locas ideas (seguro que no me quedo muy lejos) con un humor bastante caotico y simplón: hormonas desbocadas, sexo, psicotrópicos, sexo, etc... y un poco más de sexo (explícito ninguno, claro). PARA PASAR UN RATO SI REPUDIAS EL BUEN GUSTO Y NO ERES MUY EXIGENTE.