Interesante película de Tony Scott que consigue dos cosas: primero, el hacernos plantear que sería de nuestras vidas si hubiera un control tan exhaustivo de nuestra intimidad y segundo, hacernos pasar un rato trepidante, lleno de acción y suspense. Con ambas cuestiones ya serían suficientes para hablar de una buena película, pero además es que nos encontramos con un reparto muy interesante. Actores de la talla de Gene o de Voight, o incluso de Will Smith consiguen sacar mucho rendimiento a cualquier film y a este mucho más. Muy recomendable.