En una cruzada personal por ponerme al día de todo este bombardeo de series me animé con Fringe debido a que parecía tratar sobre universos alternativos, viajes temporales y cosas así. No sólo trata sobre ello sino que es la base argumental de la serie así que no me siento defraudado.

Suena a tópico pero esta serie mejora conforme avanzan los episodios. Fringe empezó como una suerte de reinvención de Expediente X pero con un toque menos paranormal, más supuestamente científico. De carácter más urbano que aquella (aquí nos centramos en Boston y NYC, con algunos viajes a otras localizaciones), Fringe nos presenta a la agente especial Olivia Dunham (inicialmente fría y distante, no sólo el personaje) a la que le encargan la investigación de sucesos extraños, sin aparente explicación, para los que recibirá la ayuda de Walter y Peter Bishop, completando así el trío protagonista. Walter se convierte en el auténtico gurú de Fringe, un científico que ha tocado casi todos los palos de investigación, brillante e inteligente pero con un comportamiento infantil y salidas de tono que definen los mejores momentos de la serie.

La primera temporada avanza sin aparente dirección y en forma de episodios autoconclusivos de resolución casi clónica (Walter trabajó en ello x años atrás y de repente se acuerda). Pero todo cambia hacia el final de temporada. La segunda, aunque contiene episodios similares a los descritos, empieza a centrarse en el arco principal de los dos universos, en el porque de la importancia de Peter hasta terminar en un brillante climax que nos conduce a la, para mí, mejor temporada, la tercera. En esta se alternan episodios de cada universo, con los mismos actores interpretando versiones alternativas de sus personajes.

Lástima de las dos últimas temporadas de las que poco puedo comentar sin destriparlas a nivel espoiletil. Fringe es una serie interesante, bastante original en muchos aspectos, repleta de detalles y homenajes no del todo visibles. El trío protagonista, así como los secundarios, consiguen la dosis necesaria de empatía, hasta el punto de echarles de menos. A nivel formal destacan las intros según temporada/universo o el trabajo de Anna Torv interpretando a las dos Olivia. Por otra parte la serie tiene un ambiente frío, grisáceo, la ciencia se lleva donde el guión lo requiera para solucionarlo todo y, dentro de la ficción, resulta poco creíble la enorme cantidad de veces que todo se soluciona in extremis.

No obstante una gran serie aunque, repito, hay que armarse de paciencia en la primera temporada hasta llegar a ese otro lado....

Por cierto, yo soy fan de la rubia, que le voy a hacer. La pelirroja mola pero me quedo con la la original!

Synch