A mí, personalmente me han llamado la atención las siguientes frases del film y que, de alguna manera, representa la esencia del mismo:

-Siga intentándolo muchacho, siga intentándolo, que lo que mejor se aprende es lo que descubre uno mismo.

-¿Por qué se mató papá? {…} - Unos queremos vivir, otros no. Eso es todo, hay cosas que no tienen explicación.

-Hay algunos secretos que es mejor contarlos. Si te los guardas es peor, te golpean la cabeza y te vuelves loco.

-¿Si tuvieras un secreto, dónde lo guardarías? -Depende de qué tipo de secreto. -Imagínate uno muy grande que sólo lo supieseis papá y tú. -Ese tipo de secretos se guardan en el corazón.

Hace doce años que la ví en el cine, tenía la edad de Javi en la película y como él, dos años después del estreno también anduve los mismos pasos sobre el paso de piedras del río en la villa de Roncal y me hospedé junto a mis padres en Isaba, localidades donde fue rodado parte del largometraje. Hoy la he vuelto a ver, mi vida ha cambiado mucho desde aquel entonces, y lo que también ha cambiado es la sensación que me produce su visionado. Supongo, que como Javi, he aprendido algunos de los secretos del corazón.

Es curioso sentir cómo unas pocas películas consiguen emocionarte, producirte el erizamiento del vello al ver ciertas escenas y escuchar determinados diálogos o incluso generar el paso de un rayo por tu interior. Y, la obra de Armendáriz lo consigue.

Es tan bonita que duele.