George Clooney en sus principios tuvo que participar en películas que aunque malas se han convertido en títulos de culto (Los tomates asesinos, Batman y Robin,...). Pero esto, esto... el problema no es que sea mala o que no tenga interés. El problema no es la falta de coherencia o los horribles planos que nos regala (ojo al final), el problema viene por la falta de respeto al espectador.

Si ven la ficha de la película verán que dice que ha estado años perdida y se ha reestranado con metraje nuevo. Cierto, y lo voy a explicar. No es metraje descartado, para nada. Se han añadido planos al principio (y en más momentos de la producción) grabados con medios modernos (alta definición y cámaras que parecen que quintuplican la calidad de la película) que no solo no tienen relación con la película sino que rompen con su espíritu (fotografía totalmente diferente) y que son acompañadas por una música que otra vez rompe con la película. Pero agárrense que ahora viene lo bueno: los nuevos planos son los nuevos créditos iniciales que falsean la película que van a ver. Los nuevos créditos presentan a George Clooney, Laura Dern y Martin Sheen como protagonistas. Y son un visto y no visto: aparecen en el prólogo de la película y desaparecen. Por tanto lo que han hecho ha sido crear una ilusión de que son los protagonistas para vender mejor la película (de hecho en los créditos finales repiten la jugada añadiendo a Louise Fletcher y Rhys-Davies).

Solo por esta falta de honestidad merece el más cruel de los suspensos. Además, no llega a ser tan mala que se convierte en un placer verla (sí, hay películas que de lo malas que son se disfruta viéndolas). Esta, no tiene esa suerte. Es mala, muy mala, pero no se convierte en un placer culpable.

Por cierto, es verdad: Batman Y Robin no está entre las películas iniciales de Clooney, pero el chiste era muy fácil.