Verdadera caspa llegada desde Italia, un país que se atreve con todo, son como los chinos de Europa. Capaces de imitar, plagiar, aprovechar y destrozar cualquier subgénero que se ponga de moda en el mundo. Sus deshechos fílmicos han abordado el terror, el western, el erotismo, el peplum, la comedia… y en este caso las de espada y brujería.

Es tan mala que el director usa seudónimo y el protagonista parece un sarasa de gimnasio de barrio. Si no le doy menos nota es por algunas de las golfas que aparecen en la cinta que le da un toque de película porno barata y por el osito, la mejor interpretación de toda la película.

Dicen que existen tres partes más de esta mierda. Espero que a nadie se le ocurra colgar la ficha.

Nota: 1,8.