La originalidad que quiere siempre poner Night Shyamalan como rúbrica de su trabajo como director ha dado para una par de buenos trabajos. En ellos se consolida su nombre como uno de los que "hay que ver", porque de pronto sale con algo bueno. Pero, infortunadamente, no siempre es así. La película comienza a ser interesante y, siguiendo la escala de valoración de filmaffinity, a veces apunta a hacerse buena, pero no... se va cayendo, dejando solo una idea que era arriesgada y que valía la pena intentar llevar a la gran pantalla (¿O no?)
De James McAvoy no hay mucho que agregar a su altura actoral. Aquí demuestra que le cogió cariño al proyecto y que tuvo empatía con el director. Las chicas, por el contrario, se veían muy a la usanza de películas de terror en las que sufren un secuestro y buscan torpemente qué hacer.