Uno no se acostumbra rápidamente a películas así; tampoco lo es cuando en el género en que esta obra viene presentada tiene películas que han resultado un completo bodrio. The Host es un extraño filme en el que se mezclan rápidamente muchas cosas: punzantes pasos de un mostruo, persecuciones bien logradas, heroismo, vida familiar, lágrimas y risas sacadas en medio de dolorosas situaciones. Y uno puede preguntarse si el pueblo koreano puede ser así para todo o se trata tan sólo de una muestra de lo que universalmente conocemos como parodia.
Entretenida película aunque un poco larga, injustificadamente por supuesto, para llegar a un desenlace demasiado norteamericano, distinto de esos finales en los que nos hemos visto aleccionados por los nuevos realizadores orientales.