Los Originales es una serie que parte de la 4ª temporada de Crónicas Vampíricas, con los personajes más interesantes de la misma: Los vampiros Originales.

Trata de la rebelión de las brujas de Nueva Orleans contra la tiranía del vampiro Marcel. De cómo manipulan al Híbrido Original (Klaus: mitad vampiro, mitad hombre lobo y completamente inmortal), del drama de mantener unida a la familia y del cariño entre hermanos. La serie deja atrás el romance de instituto de Crónicas Vampíricas para dar paso a una trama más adulta y una guerra que llevan prometiendo desde el primer capítulo, que se va desarrollando en los episodios restantes.

La fuerza de la serie recae en las actuaciones de los actores, los cuales dan en el clavo y nos muestran a unos personajes realmente cercanos. Si no has visto Crónicas Vampíricas, con los 2 primeros capítulos te vas poniendo al día sobre lo que necesitas saber para poder seguir el hilo y la historia va mejorando y dando giros conforme avanza.

Lo único que hasta ahora me mantiene indiferente es lo que me hizo seguir la serie madre: Las brujas. En esta serie nos las presentan como seres inferiores cuando en realidad son más poderosas que los vampiros. A excepción de Davina, el arma secreta de Marcel.

En esta serie, ser vampiro no es un sacrilegio, ni un sacrificio para nuestros protagonistas, aquí abrazan su lado oscuro para dar al espectador escenas emocionantes, aún cuando la acción queda reducida (debido al presupuesto) a escenas con cámara rápida, la sensación de peligro y el desasosiego que embarga a los personajes antes de una guerra es patente episodio a episodio. La emoción va subiendo al mismo tiempo que sube la audiencia y, en mi opinión, Los Originales se está comiendo con patatas fritas a Crónicas Vampíricas. Serie muy recomendada si eres capaz de olvidarte de los ''clichés'' vampíricos, que entretiene y, muy probablemente, te otorgue una profunda reflexión sobre el significado de la familia.