No sé cuántos soles se queda sólo en Marte el pobre de Matt Damon, sin casi parecer importarle nada. Resulta que está más sólo que la una y se lo pasa en grande; ¡pues, qué suerte!. No tiene ninguna enfermedad, sólo adelgaza hacia el final de la película, y además es un doble; él, que es muy listo, ha dicho no a la dieta del plátano y nunca coinciden, en el mismo plano, las imágenes de cuerpo entero y de cara, para que no se sepa que no es él el que ha dejado de comer.
A todo esto, no discuto que se trata de una película entretenida, con una ambientación exquisita, etc,etc,etc, ya contamos con esto si hablamos de una película norteamericana. Y su última hora de largometraje no ofrece nada nuevo bajo el sol. Y que un director como Ridley Scott, que ha firmado obras sobresalientes, como "Alien", "Los duelistas" y "Blade runner", haya hecho esta película, es sospechosamente decepcionante. O eso, o Ridley Scott necesita dinero para alimentar así a la industria cinematográfica norteamericana. Pero,para muchos de nosotros, esto no cuela.