Más allá de loables (y pioneros) intentos como "Kárate a muerte en Torremolinos” o “Fernando Project”, cada vez hay más distribuidoras pequeñas que han visto un filón (más o menos grande, más o menos pequeño) en un tipo de cine que se sale de los cánones del circuito más comercial. Ya sea con reediciones de joyas olvidadas o apostando por proyectos de bajo presupuesto y producción independiente, estas distribuidoras cada vez copan más espacio en las estanterías con sus DVD.

Es el caso de este “Los Maravillosos”, una película que se ha podido ver en el Cryptshow Festival, en la Mostra de València y en la Marató de Cinema de Terror de Sants, e incluso en el Salón del Cómic de Barcelona. Se trata de un film militantemente independiente, realizado literalmente sin presupuesto, tal como se ha ido comprobando durante todo el proceso de producción, que tuvo un seguimiento en los medios de comunicación inusitado para este tipo de películas de bajo coste.

Con mucho humor, pero también con mucho respeto por los clásicos del cómic (y del cine), “Los Maravillosos” nos habla de esos superhéroes que se pusieron tan de moda en los 80, héroes más reales, no tan buenos y con todos sus problemas cotidianos. Pero lejos de hacer una película oscura o pretenciosa, se ha optado por un estilo más fresco, similar a esa inocente trascendencia que destilan los cómics de superhéroes de toda la vida.

“Los Maravillosos” garantiza un buen rato, sobre todo a los fans de los cómics de superhéroes, que encontrarán un montón de referencias. Pero también es una película para todo el mundo, que no deja indiferente, ya sea por la curiosa pericia técnica que demuestra para lidiar con el bajo presupuesto de la producción, o por el desatado guión, que crece buen ritmo hasta un espectacular y sangriento final.