Un western del montón, donde la cantante de saloon encarnada por la refinada María Cuadra se enamorará de Peter Lee Lawrence pero este prefiere a la hija menor de una familia que está enfrentada por varios motivos a la suya y que está encarnada por la entonces angelical Cristina Galbó. El guión está bien planificado pero se echa de menos un estudio psicológico de los personajes ya que están bastante desdibujados en este sentido. Hay escenas que se resuelven de una manera tosca y poco convincente. Todo se centra en el conflicto amoroso y en las sucesivas muertes a las que da pie el enfrentamiento entre las dos familias pero hay baches narrativos que afectan negativamente a un producto donde la fotografía está bien resuelta y la puesta en escena es correcta. Puede contentar a los amantes del género que no sean demasiado exigentes.