Presenta un argumento prometedor que no es desarrollado luego de la manera adecuada para que emocione de verdad al espectador. Aunque no resulte muy coherente que un hombre contrate a otro para que le asesine con un estilo narrativo más vigoroso y liberado de un exceso de explicaciones verbales la obra hubiera podido resultar más convincente. Sin embargo lo que se ve en la pantalla sugestiona tal vez por esa atractiva fotografía en blanco y negro que facilita a la película una atmósfera especial que compensa los baches narrativos que presenta el film por lo que aunque resulte parcialmente fallido puede verse con un cierto respeto. Además destaca la presencia de Carlos Estrada, un actor argentino que repartió su tiempo entre lo mejor del cine español de esta época con títulos como "Pacto de silencio" o "Lola, espejo oscuro". O.W. Fischer ha sido un actor poco conocido en España y también hay elegancia y personalidad en su interpretación. Ana Casares estuvo brillante en "El secreto de Mónica" y aquí tiene un papel de menor fuerza pero tambien convence. Ciertas incoherencias en la trama y algunas carencias de variada índole hacen que la obra no alcance el resultado que se podía esperar del planteamiento pero de todas formas es una plasmación peculiar donde el apartado estético es lo que se cuida de verdad.