Olvidaos del tono épico que siempre (o casi siempre) ha estado ligado a las producciones que han representado el mito del rey Arturo a lo largo de la historia del cine. Olvidaos también de la magia que acompaña a la leyenda, pues no hay rastro alguno de Merlín ni Morgana, ya ni hablemos de Mordred. Ni siquiera se menciona el nombre de Excalibur, aunque se supone que es la espada que lleva Arturo siempre consigo. El reparto ya es un aviso de lo que El primer caballero pretende ser, una cinta de amor y drama. Y es que realmente queda muy claro al ver a Julia Ormond (Leyendas de pasión) y Richard Gere (Pretty Woman), quienes son bastante más jóvenes que Sean Connery, el cual no desentona y nos ofrece un rey Arturo familiar y carismático. Los 2 primeros mencionados están correctos, especialmente Ormond al transmitir más a través de su rostro. El director del filme, Jerry Zucker, consigue "transformar" un cuento medieval en una telenovela de 2 horas con caballeros y batallas de espada de por medio. No es de extrañar teniendo en cuenta que años antes dirigió Ghost. Más allá del amor, por lo que su experiencia en el género romántico está más que demostrada. Las armaduras de los caballeros de Camelot son muy extrañas, de hecho, parecen trajes en vez de armaduras. Ya sabíamos de la atracción que había entre Lady Ginebra y Lanzarote (Lancelot) debido a que se ha reflejado con anterioridad a la hora de exponer cinematográficamente el famoso mito.