A ver: el tipo es más del campo que una mata de habas, y demuestra no tener ni un poquito de cariño por su mujer muerta, a la que trataba como una criada. Eso tiene su gracia, tal como lo exponen.
Luego se trae a la inmigrante, a la que sigue tratando como una criada, pero con más mala leche si cabe ya que miente sobre ella a los demás, y con la que demuestra una total insensibilidad, amén de unos celos sin ninguna lógica (sin contar con que la echa de su cama llamándola puta, y que no la comprende en absoluto, ni tiene nada en común). A eso hay que sumarle que el tío es feo de cojones, y que la chica es bonita y muchísimo más joven que él.
Y aún así, hay que creer que ella está tan enamorada de él que deja su patria, y los sueños que ha hecho realidad en su tierra, para volver junto a la gárgola tiránica a remover mierda de vaca... ¡Vamos, hombre! ¡Eso no se lo cree ni Dios, y menos sin que se nos dé ni un solo motivo para entender cómo ella puede llegar a apreciar siquiera al gnomo (y ni mucho menos enamorarse)!.
En el mundo real, si ella se entera de que el monstruo le ha dado la pasta para realizar sus proyectos, y más estando ya como vemos con un tío guaperas y joven, como mucho le enviaría una felicitación de navidad diciendo: menos mal que aguantarte sirvió para algo.