Largometraje del mito de la animación Chuck Jones, que tantos buenos momentos nos hizo pasar en nuestra infancia con Bugs Bunny, el paro Lucas o el Correcaminos, entre tantos. Curioso largometraje, alejado del humor surrealista, más próximo a los conceptos de libros infantiles como "El mago de Oz", "Alicia en el país de las maravillas" y "El pequeño príncipe" y que se retomó en los años 90 en "El guardián de las palabras".

Imagen real y animada para contarnos las aventuras de un niño aburrido de la vida frente a una aparición mágica, una puerta dimensional a un extraño y fantástico mundo con peculiares personajes, la mayoría humanos, donde aprenderá a valorar el saber de letras y números, el esfuerzo y la amistad. Animación correcta, con esos fondos surrealistas, desde relojes fundidos a mosaicos de letras y números, extraños paisajes y ciudades y monstruos made in Chuck Jones.

Aunque es una buena historia, con moraleja final y todo, está demasiado alejada del mundo bizarro y divertido que siempre nos había ofrecido Jones. Aunque tiene sus toques personales, estos quedan subordinados a una historia demasiado trascendente y contenida, trufada de canciones ad-hoc pero sin personalidad.

Original pero quizás demasiado seria.