Película difícil de valorar ya que su principal virtud, la lentitud de la narración, se convierte a la vez en su principal defecto. Las guerras sacan lo peor y lo mejor de las personas y mientras lo peor se justifica, lo mejor es en esta ocasión difícil de justificar e imposible de entender.
Paisajes frios, humedos, envueltos en una niebla fantasmal perfectamente fotografiados ayudan a una terna de actores muy metidos en sus papeles que hacen creíble esta interesante película.