Un producto de la factoría de Disney que se supone que debe predicar pero no aplica y más si es para toda la familia es Buena suerte Charlie.

Si la familia Duncan tiene que estar unidos frente a todo pase lo que pase, los veo divididos en la que Charlie solo es una bebita cariñosa nunca la ví llorando, al contrario, fue alegre y algo gruñona y es el bastión de Teddy con la que se entiende mejor y además le comenta grabando por medio de una cámara de vídeo como tiene que lidiar con sus padres Amy y Bob Duncan que son algo descuidados y estultos; PJ, el segundo, con sus ocurrencias y boberías que dejan mucho que desear; Gabe, el tercero, con sus renegaciones al oponerse a un (a) nuevo (a) hermano (a), sus propensiones a buscar problemas gratis y sarcasmos.

Itero e insisto que deben estar juntos ya que la familia deben cumplir su global función: apoyarse y colaborarse pase lo que pase. Las actuaciones entre aceptables y malas, pero los capítulos medianamente acordes con la historia.

Lastima grande que si las funciones primordiales de la familia no deben terminar jamás y no es que sea una mala leche pero cada quien por su lado para vivir a su manera no es el modo adecuado para afrontar a lo que se viene y más si se debe contar para lo que sea, más pertenencia y más compañía en todo momento para decir Charlie gracias por cambiar una pizca de tu suerte, y sobra decir, que es otra anodina serie familiar descuidando lo que se debe trabajar e ir más allá para que le dé más cuerpo a la historia sin caer en la obviedad.