He aquí uno de esos especiales de Halloween que acojonaron a toda una generación, entre la que me incluyo. Y podéis haceros los duros pero sirve darse una vuelta por la red de redes para encontrar este "The Perils of Punky" en los tops de momentos televisivos* que traumatizaron a la gente. El motivo era evidente: "Punky Brewster", una serie familiar tan blanca que forzaba las moralejas al término de cada episodio, incluyó en su segunda temporada un doble capítulo que pese a mantener las risas enlatadas y algún diálogo comico, abandonaba en cierto modo su inocencia para adentrarse en un terreno desconocido. Los niños de entonces veíamos cómo durante los primeros minutos Punky, Cherie, Allen y Margó estaban pasándolo pipa de excursión hasta que eran enviados al bosque a por leña... y topaban con una cueva.

Lo que seguía a continuación era escalofriante, viéndose desde el punto de vista de un crío, claro. Efectos digitales rarísimos y dignamente artesanales, stop-motion para según qué momentos y numerosos filtros de colores saturados para enrarecer un ambiente en el que no falta de nada: posesiones, arañas gigantes, perros esqueléticos, zombis, desapariciones, cabezas atrapadas en paredes... "The Perils of Punky" acojonaba, y de qué manera. Visto hoy se queda en un tierno intento de hacer una película de terror de iniciación, un entretenimiento imposible de mirar con otros ojos y al que se le perdonan las carencias en favor de la nostalgia. Probad a revisarlo (está en Youtube) si lo pasásteis mal cuando os tocó verlo de críos y os pilló desprevenidos. Si os atrevéis, claro. Sin ser ninguna gran obra mantiene su encanto y además se pasa en un suspiro.

*Top en el que puede encontrarse también "The Sandman" de Paul Berry, que se proyectó en las televisiones de todo el mundo a principios de los 90 en los contenedores de series infantiles.