Jaume Collet-Serra parece haber encontrado su sitio en Hollywood tras debutar con un sencillo slasher ("La casa de la cera", 2005) y continuar con la fresca "La huérfana" (Orphan 2009). Su tercer largometraje norteamericano (obviemos por su bien y por el nuestro "¡Goool 2! Viviendo el sueño") tiene el título perfecto a tenor de lo que encontramos en su metraje: una total falta de identidad. Parece un docudrama que gira en torno a su estilo, inexistente, funcionando así la película como otro de tantos thriller sobre amnésicos que pierden su identidad y van descubriéndola poco a poco. Con giros, y más giros, eso sí, no vaya a ser que la coherencia entorpezca el desarrollo de la narración.

Neeson sigue con el piloto automático de la floja "Taken" y consigue que durante algún momento nos creamos su drama. Pero son instantes tan escasos como aquellos en los que la acción e la intriga consiguen despertarnos del asiento. Collet-Serra tiene habilidad, no es un negado para la acción, pero queda lejísimos de lo que consiguieron Doug Liman y sobre todo Paul Greengrass con la saga Bourne: un thriller con personalidad que sirviese como modelo para otros que vendrían después. "Sin identidad" se sustenta en una intriga bastante pobre en la que todo vale y sólo las apariciones de January Jones y especialmente Diane Kruger consiguen hacer iluminarse la pantalla, siendo lo demás bastante correcto pero olvidable.

Veremos qué tal le va a Jaume por las américas en sus siguientes obras, aunque parece que no le va a faltar trabajo: una serie y varias películas (entre ellas la adaptación del manga "Akira") están ya en camino. ¿Recuperará su "identidad" o se convertirá en otro de esos mercenarios que acaban trabajando en películas directas a DVD? El tiempo lo dirá. Recemos porque ese sea su peor destino posible y no vuelva a España para trabajar en biopics infectos para Antena 3 o Telecinco.