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Caith_Sith rating:
8
Drama. Thriller In wartime, the brilliant American physicist Julius Robert Oppenheimer, at the head of the 'Manhattan Project', leads nuclear tests to build the atomic bomb for his country. Shocked by its destructive power, Oppenheimer questions the moral consequences of his creation. From then on and for the rest of his life, he would strongly oppose the use of nuclear weapons.
Language of the review:
  • es
July 21, 2023
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Vivimos tiempos curiosos. En unos años extraños de postpandemia y con excepciones aisladas, la taquilla de cine mundial está viendo estrellarse fenómenos como Indiana Jones o animación de Pixar y Disney, mientras se alza a las nubes el Maverick de Tom Cruise y Super Mario golpea los bloques del éxito con total naturalidad en su transición al cine. Y en mitad de todo este embrollo surge un fenómeno viral, el Barbieheimer, la unión aparentemente imposible de dos películas contrarias, sobre el papel sin nada que ver pero -en realidad- con numerosos puntos en común: una fantasía rosa chile de Barbie frente a una bomba nuclear, de fuego y polvo de Oppenheimer, coincidentes en fecha de estreno y con una intrahistoria de rivalidad Warner-Nolan que daría para su propio documental en Netflix.

Pero hablemos de Oppenheimer, la película más árida, densa, compleja y menos emocional de Christopher Nolan, la que le lleva por terrenos más ásperos y que remite a esa clase de 'gran cine americano' al que pertenecen producciones como "Lincoln" de Spielberg, "Pozos de ambición" o "The Master" de Paul Thomas Anderson, "No Country for Old Men" de los Coen o "La red social" de David Fincher. Porque lo que cabría esperar del director de "Interstellar" era un biopic intenso sobre el padre de la bomba atómica y lo que nos entrega son tres horas de reconstrucción pormenorizada de aquel momento, más cercana al tono de "JFK", "United 93" o la "Shin Godzilla" de Hideaki Anno que al tipo de cine al que nos tenía acostumbrados, más allá de su habitual gusto por el montaje musical.

Protagonizada por un absolutamente brillante Cillian Murphy, que se entrega al papel como si fuera el mismísimo Daniel Day Lewis (sobra decir que tiene el Oscar bajo el brazo), si por algo destaca esta "Oppenheimer" es por su brillantez formal, por su montaje alternando tiempos y puntos de vista, por ese uso del color y el blanco y negro que puede confundir de primeras y sobre todo en su primer tercio, repleto de explicaciones, detalles sobre física y un goteo de nombres que tarda en hacer pie pero que cuando lo logra, funciona a las mil maravillas. No pasa nada por decir que, en algunos momentos, se hace incluso aburrida. Pero lo compensa con todo eso que hace a Nolan tan único y quizá el director más importante de su generación. En esos momentos en los que sabe cuándo detener el sonido, aísla las voces de las imágenes y deja respirar al espectador, para posteriormente arrebatarle el aliento.

Si "Barbie" son las primeras copas que te tomas una noche de desenfreno, en el Barbieheimer "Oppenheimer" es su resaca. La otra cara de la moneda, la reconstrucción densa, por momentos aterradora, casi siempre abrumadora pero sobre todo, el viaje hacia el abismo del alma de un hombre que, rodeado de otros tantos, creó una de las armas más destructivas de la humanidad, y que vio cómo todo eso se volvió en su contra con -casi- la misma intensidad. Es una historia de ascenso y caída, apoyada en un reparto extraordinario en el que incluso actores y actrices de renombre se permiten bajar su caché para aportar pequeños momentos y engrandecer una épica cinematográfica no sin precedentes, pero que marca y (re)define la carrera de su director. Es Nolan dejando de ser un adolescente con un trombón, es un adulto en plena facultad de sus habilidades y aunque prefiero otras de sus películas y su lado más emocional, aquí ha regalado un ejercicio de gran cine que merece disfrutarse en la gran pantalla, porque al final el cine es esto: no sólo entretenimiento, también que nos pongan contra las cuerdas, desafíen nuestra paciencia y sobre todo, acabar con un gran ¡boom! que nos encoja en la butaca.
Caith_Sith
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