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Caith_Sith rating:
7
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- es
September 27, 2013
79 of 93 users found this review helpful
Es posible que se tarden muchos años en superar -o igualar- algunos de los mejores thrillers de los últimos años. David Fincher, responsable de esa Obra Maestra de los 90 llamada "Seven" (1995) y de la excelente "Zodiac" (2007), ha creado una 'escuela' y puede gustar más o menos pero es una actitud fácil de asumir. La última en sumarse a la corriente es "Prisioneros" (Prisoners, 2013), el debut en Hollyood de Denis Villeneuve, nominado al Oscar por "Incendies" y que este mismo año ha estrenado además "Enemigo" (Enemy), un trabajo igualmente de altura.
Como Fincher, Villeneuve sabe cómo conseguir que una imagen sea clave a la hora de hacer que la historia avance, en lugar de relegarlo todo al guión y a las oportunidades que se puedan presentar. Los cabos, atados desde el mismo libreto en mayor o menor medida, son decisivos pero aquí hay una exposición de la imagen hacia la narración. Es así tan importante un elemento del encuadre como aquello que se dice, y es a través de este trabajo que "Prisioneros" funciona a tan buena altura. Notablemente dirigida, con algunos momentos que recuerdan al citado Fincher (casi cualquier secuencia bajo la lluvia es brillante, como lo eran en "Seven") y otros puramente Villeneuve (esos acercamientos a los edificios, con lentos travellings), se trata además de una película con un reparto muy notable. A Jackman, que rara vez está mal, se le unen un inspiradísimo Jake Gyllenhaal, y unos secundarios de oro como Melissa Leo o Paul Dano, que sacan mucho partido de sus personajes.
"Prisioneros" podría evitar algunos pequeños deslices que la harían más importante, pero consigue equilibrar el drama familiar y la intensidad psicológica de forma que la comunión entre ambos tonos es casi perfecto. Villeneuve debuta en Hollywood con fuerza, aunque un poco más 'domado' que en "Enemy", a todas luces un trabajo más personal, más abierto a interpretaciones. Ojo a las brillantes imágenes que consigue extraer Roger Deakins (maestro de los claroscuros, véanse los planos de Dano) y a la partitura de Jóhann Jóhannsson. En definitiva, un thriller enérgico, bien ejecutado, con algunas imágenes tremendamente poderosas y que es capaz de mantener el interés durante sus dos horas y media de duración. Buen cine, con la ambición justa para cumplir las expectativas que genera, y un acertado final.
Como Fincher, Villeneuve sabe cómo conseguir que una imagen sea clave a la hora de hacer que la historia avance, en lugar de relegarlo todo al guión y a las oportunidades que se puedan presentar. Los cabos, atados desde el mismo libreto en mayor o menor medida, son decisivos pero aquí hay una exposición de la imagen hacia la narración. Es así tan importante un elemento del encuadre como aquello que se dice, y es a través de este trabajo que "Prisioneros" funciona a tan buena altura. Notablemente dirigida, con algunos momentos que recuerdan al citado Fincher (casi cualquier secuencia bajo la lluvia es brillante, como lo eran en "Seven") y otros puramente Villeneuve (esos acercamientos a los edificios, con lentos travellings), se trata además de una película con un reparto muy notable. A Jackman, que rara vez está mal, se le unen un inspiradísimo Jake Gyllenhaal, y unos secundarios de oro como Melissa Leo o Paul Dano, que sacan mucho partido de sus personajes.
"Prisioneros" podría evitar algunos pequeños deslices que la harían más importante, pero consigue equilibrar el drama familiar y la intensidad psicológica de forma que la comunión entre ambos tonos es casi perfecto. Villeneuve debuta en Hollywood con fuerza, aunque un poco más 'domado' que en "Enemy", a todas luces un trabajo más personal, más abierto a interpretaciones. Ojo a las brillantes imágenes que consigue extraer Roger Deakins (maestro de los claroscuros, véanse los planos de Dano) y a la partitura de Jóhann Jóhannsson. En definitiva, un thriller enérgico, bien ejecutado, con algunas imágenes tremendamente poderosas y que es capaz de mantener el interés durante sus dos horas y media de duración. Buen cine, con la ambición justa para cumplir las expectativas que genera, y un acertado final.