"Road to Nowhere" es una película interesante por muchos motivos y uno de ellos es los riesgos que toma, habiendo generalmente dos niveles de realidad alternándose entre sí y llegando a introducirse un tercero durante una escena concreta. Partieno de la idea de ver cómo un cineasta debe sacar adelante su película, asistiendo a imágenes del rodaje, la elección de casting y demás, vamos al mismo tiempo descubriendo la verdad sobre un caso de asesinato que sirve como eje para la ficción planteada dentro del propio filme. La forma de abordar este tema es incluso más meritoria considerando que el tema criminal es sólo una excusa, un mcguffin que da pie a cosas más interesantes como la relación que se establece entre los protagonistas, o la forma en que interpretan esos roles fuera y dentro del plano.

Monte Hellman aborda así su película desde la distancia pero con cierta cercanía (es fácil imaginar que hay algo de biográfico en esta historia) y da lugar a uno esos pequeños juegos narrativos que tan habitualmente caen en lo trillado pero que aquí funciona durante prácticamente todo su metraje: casi dos horas de duración. Intrigante, con una dirección ajustada y algunas ideas visuales verdaderamente buenas, es una cinta de cine independiente que se atreve a arriesgar y casi no da muestras de fallar en ningún momento aunque en mi opinión podría haber ido un poco lejos en cualquiera de los temas que trata (cine dentro de cine, romance, thriller) pero que desde luego, en global, da suficiente como para ser recomendada.