En fin, uno ve en cartelera a Ben Cross, y parcece que está destinado a ver algo, por lo menos, decente. Es cierto que el pobre Ben, más allá de Carros de Fuego, no se le recuerda algo en condiciones, y claro, el hombre debe trabajar y buscarse la vida. Pero uno piensa que no de esta manera.

El guion es absurdo y sólo sirve para que dos señoras que están de toma pan y moja enseñen sus exhuberancias.

La película es mala de solemnidad, los efectos especiales parecen del Vengador Tóxico y la Troma (más honrados), y los actores ni son creibles ni se creen ellos mismos, encabezados por el apesadumbrado y ya citado Ben Cross.

Propongo al director de la película que pida excusas inmediatamente a todo aquel que cometa la osadía de ver semejante truño.

No recomendable ni para tardes de domingo y palomitas, horrible e infumable, además de risible.