"Spider-Man 2" es uno de mis ejemplos preferidos de lo que debería ser una buena continuación, siempre que hablemos de ese tipo de continuaciones que se deciden hacer en el mismo instante de éxito de su precursora. Si bien dicen que "segundas partes nunca fueron buenas", esta película es plenamente capaz de atentar violentamente contra dicha expresión.

"Spider-Man 2" continúa donde terminó la también estupenda "Spider-Man", con todas las victorias y derrotas de nuestro héroe trepa-muros, luego por supuesto, no conviene nada ver esta sin haber visto aquella.

La gran virtud de esta continuación es que, por un lado, repite. Sigue siendo Spider-Man, sigue siendo Peter Parker y siguen estando Mary Jane, Harry Orborn y la Tía May tal y como las tuvimos en la película anterior. En ese aspecto, no nos dejará con la sensación de que "esta segunda parte podría haber sido una película totalmente independiente y original".
Y por otro lado, mejora. Spider-Man madura de la película anterior en personalidad y en habilidades; los efectos especiales, que ya fueran estupendos antes, aquí pegan un salto magnífico gracias al aumento de presupuesto de 120 a 180 millones de dólares. Además, aquí tenemos a un Tobey maguire interpretando a un Peter Parker bastante más seguro de sí mismo, bastante más recto a la hora de decidir, bastante más presto a dar una lección vital tanto a los personajes como al propio público.

Lo mismo sobre su nuevo villano, el Doctor Octopus (cuyo seudónimo oiremos menos de lo querido), incomparablemente recreado e interpretado por Alfred Molina, un villano tan poderoso como cruel, con una trágica historia a sus espaldas y con muy poco que perder, cuyos tentáculos y falta de escrúpulos nos esconderán un genial retrato de la degeneración de la integridad humana en favor de la bestialidad.

Conclusión final: "Spider-Man 2" avanza, salta muchos más alto que la anterior, pues está repleto de interesantísimas sorpresas y giros argumentales, lo cual incluye secretos revelados y diversas conversiones morales. Todo se muestra como en la película anterior, pero más avanzado, más maduro, y lo vemos cambiar y transformarse para ofrecer un apoteósico y emotivo final. Y no lo dudéis: esta película contiene una deliciosa y muy, muy intensa historia de amor.

Por lo demás y sin la menor duda, un gustazo de película para grandes y pequeños, y sobre todo, una muy, muy buena y digna continuación de lo que será un largo cómic filmado. Un plato servido como un (magnífico) entretenimiento, que nos sorprenderá con un mensaje de gran profundidad, que no dejará indifierente a casi nadie porque no tiene edad y vale para todos.