Es una obra maestra dirigida por Herbert Ross. Debo confesar que antes de ver el film ya lo había visto en el Teatro, interpretado por grandes actores nacionales; a pesar de eso, a pesar de saber el argumento de inicio a fin, nunca dejé de reirme de la natural torpeza de Allan Felix (Woody Allen). Este film nos muestra a un soñador nato que vive derrotado en todo momento, gracias a su afición a los films, en especial a Humphrey Bogart (Jerry Lacy), descubre que todos tenemos un seductor adentro: el secreto es ser uno mismo. Diálogos brillantes con bromas a la altura, tomas visuales espectaculares, magnifico cambio de ficción a la realidad, actuaciones notables y un argumento genial con temas de amor, obsesión, personalidad, traición y formas de ser, hacen que este film nunca quede olvidado en el tiempo.