Click here to copy URL
Argentina Argentina · Buenos Aires
Black Floyd rating:
1
Language of the review:
  • es
March 18, 2011
8 of 15 users found this review helpful
Cuatro directores=cuatro cerebros. Esto en cualquier caso, en este, los cerebros se anulan, no se suman. ¿Por que?, pues porque cero más cero más cero más cero da cero. Estos cuatro fantásticos estrujaron los argumentos de algunos clásicos como "La maquina del tiempo", "Atrapado en el tiempo", y por supuesto el infaltable condimento de toda serie argentina; la pelotudez absoluta. Una vez más las actuaciones son deleznables. Carla Peterson actúa tan mal, que me sorprende que nadie la haya cagado a patadas en el orto por la calle. Gastón Pauls, un tipo serio, y un al menos digno actor, se rebajó por unos billetes a actuar en esta boludez suprema. La absoluta falta de ideas en la actualidad no me sorprende (gracias por "Cisne Negro", un oasis en medio de tanta mediocridad), lo que me sorprende es que sigan una y otra vez, todos los años, haciendo la misma cosa, con argumentos "diferentes". Todos actúan igual: mal. Nadie tiene un gesto creíble, nadie se pone el personaje bajo la piel. Son fríos, son absurdos, son actores baratos, para productos baratos, berretas y tilingos.
Aprovecho esta últimas líneas para decirle a papá Ortega, más conocido como "Palito", o más bien para preguntarle, que extraña bebida, que droga, que maldito tóxico ingirió en aquellos locos y mágicos días en que junto a Evangelina "tetra" Salazar concibieron a cada uno de sus abominables críos.
La trama (me da verguenza decirlo así, sepan disculpar) trata muy a grandes rasgos la historia de una mujer (Peterson) maltratada por su marido y el inexplicable milagro que le confiere el destino. Dicho milagro consiste en que se repetirá todo el año nuevamente, como si del eterno retorno se tratara, a lo que podrá cambiar el destino de los acontecimientos de su vida. Pero como ya hemos visto en tantas ocasiones (las películas mencionadas anteriormente, más la patética "Destino final") no resultará tan fácil engañar al destino.
Ba-ra-ti-ja.

PD: La culpa de todo esto la tiene, además del pro-milico Ramón Bautista Ortegamepongoalcoholdespuésdetocarlasmanitosrepugnantesencampañaspolíticasalosnegritosdetucumán, el inefable Adrian Suar. Esta polilla rubia, raquítica y pesetera inventó este tipo de actores histéricos, poco creíbles y algo pelotuditos. ¡Lo lleve el diablo carajo!
Black Floyd
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow