David Fincher es sin duda uno de los cinco directores comerciales Norte Americanos más en forma y también de los que más absurda e injustamente ha sido criticados por malas interpretaciones. Explora con gran acierto las paranoias, la tensión psicológica y los miedos más ocultos del ser humano.
Pronto se percataron del talento del joven director, que con 28 añitos ya le hicieron su primer encargo, alíen 3, una de las cintas con mas alto presupuesto para un director debutante, que si bien no fue el mejor debut y no tuvo el éxito esperado, si pudo ser una buena carta de presentación que dio pie a que pudiera seguir explorando el lado oscuro de nuestra sociedad y las miserias humanas.
En su segundo proyecto “se7en” ya pudo demostrar sus virtudes y su talento, colocándose en boca de todos como una de las mayores promesas de EE.UU. y creando un clásico instantáneo del cine negro y los psycho killer.
Continuo con la atrayente y quizás un poco tramposa “The game” hasta llegar con la que es para muchos ya un clásico “El club de la lucha”.
Después vinieron “La habitación del pánico” y “Zodiac” en las que no baja el nivel ni un ápice y sigue con su excelente rumbo.
El curioso caso de “Benjamín Button” se aleja un poco del cine característico del director, presentándonos esta vez una historia de amor y la reflexión sobre lo implacable del paso del tiempo. Otra maravilla técnica y otro posible clásico más para anotar.
Esperemos que siga progresando y nos de muchas alegrías en el futuro como ya nos tiene felizmente acostumbrados.


La película en spoiler.