La original me gustó, me parecía una película correctísima y honesta, terror clásico que no abusaba de trucos fáciles tales como sustos o efectos de sonido como suele ocurrir con la mayoría de producciones del genero. Esta secuela no es una chapuza, no diría que es cutre o que esta mal rodada, el problema es que no aporta absolutamente nada con respecto a la primera, aburre muchísimo y solo nos queda ver la originalidad del repertorio de muertes. Tampoco han tenido la decencia que cambiar mínimamente el planteamiento, centro comercial, guardia de seguridad atormentado, espejos, visiones de fantasmas y muertes...un puro calco, ¿si algo funciona para que cambiarlo?.

Los actores están correctos dentro de lo que cabe y tanto la música como los FX cumplen, la película puede satisfacer perfectamente a espectadores sin expectativas que solo pretendan pasar un rato divertido. Además, esta secuela supera a la original en desnudos (gracias a Christy Roman) y en sangre.

Pues eso, tan predecible como innecesaria, no encuentro muchas razones para recomendarla pero tampoco para criticarla. Una producción mediocre y olvidable pero con dignidad dadas las circunstancias de presupuesto y guión mediocre. Decir que el director es catalán y cuenta ya con varias obras de terror rodadas en yankeelandia.