Y mira que a mí me gustan las películas de Renée Zellweger, mira que es una actriz que me gusta bastante y me hace reír, pero es que este BODRIO (así, con mayúsculas) no hay por dónde cogerlo. Todo es sumamente previsible, se sabe ya desde el principio como se van a desarrollar los hechos y como va a acabar todo, aparte que te da todo igual, porque el guión más plano y más soso tampoco puede ser.
Y Renée no tiene el día inspirado en cuanto a creatividad, porque está completamente espantosa en su papel (posible Razzie, diría yo).
Así que con este panorama mejor ni vean la película.

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