Cuando uno lee los tópicos a los que se enfrenta Room encuentra el de Secuestros/Desapariciones. Ese es un tema que siempre suele emocionar y al menos captar la atención del espectador. En esta ocasión vi la película libre de spoilers y sin ningún trailer visto así que fui a la aventura nada más que sabiendo que tuvo muy buena recepción de la crítica y del público. Definitivamente nos encontramos ante una película que si analizamos en el fondo puede parecer típica pero si la vemos como lo que es sin duda es una obra atípica. Una primera hora que puede causar claustrofobia porque estamos una hora sin luz del día y vemos únicamente lo que acontece a dos personas en una habitación. Quizás pueda sonar aburrido y pesado pero todo lo contrario, empatizamos más con los personajes y profundizamos más en su vida de la que apenas conocemos ya que 7 años los ha pasado el personaje de Brie Larson quien borda su actuación y espero que se lleve el oscar a mejor actriz y conocemos a un niño que no ha visto el mundo y tiene 5 años, algo verdaderamente preocupante ya que ni naturaleza, ni objetos ni sociedad conoce salvo una televisión y determinados productos domésticos. Una cinta donde las emociones están a flor de piel, desde la tensión, impagable la escena de Tremblay y el cielo azul más lo que prosigue como reencuentros, sufrimiento y problemas familiares que es donde entra el más convencionalismo puro pero necesario en la trama que es la segunda hora de la cinta. Película que se pasa volando y sin ningún precepto llega a interesar y emocionar a partes iguales sin necesidad de explicar en exceso o ser gráficos en situaciones comprometidas. Todo se deja claro y está muy bien ejecutado, la situación recuerda al caso real que pasó con ese famoso monstruo de Alemania que ahora no recuerdo el nombre. Abrahamson lo logra y destacar también la banda sonora donde luce muy bien en determinados momentos, especialmente en el tramo final. Jacob Tremblay puede pegar fuerte en el futuro así que atentos a su personaje. Notable.