No entiendo muy bien la manía de esta directora de meter unos insertos algo extraños en sus películas; en esta ocasión son como unos planos con mucho grano que se supone que es lo que desea que ocurra en un momento concreto algún personaje (¿esto lo permitía el Dogma?), en "Después de la boda" eran primerísimos planos de un ojo, un anillo,... En mi lo unico que cosiguen es sacarme de la película ya que, siendo cine con vocación realista, cualquier elemento artificial chirría. Otra cuestión es la música de estas dos películas; yo diría que Susanne Bier no tiene muy buen gusto musical.
De resto me parece muy buen cine, como casi todo el cine danés de esta última época, aunque sin llegar a los niveles de películas como "Celebración", o algunas de Lars Von Trier.