¡Qué alegría cuando los festivales de cine te dan las oportunidades de ver películas como esta!

Del diario filmado de su ópera prima, Mapa, Elías León Siminiani transita ahora a una fórmula que se va haciendo más compleja (y progresivamente interesante) a medida que se va materializando, o mejor dicho, que se va encontrando. Lo que parte como lo que parece un ejercicio de homenaje/deconstrucción de un subgénero, el de atracadores, a través del estudio de un caso real y cercano, el del Robin Hood de Vallecas, evoluciona poco a poco en todo una desnudez del proceso creativo, con muchísima presencia del propio creador y su propia vida, en el descubrimiento (que no construcción) de todo un personaje, real (y cuya verdadera identidad no conocemos... ni falta que hace) y en un derrumbe de cualquier cuarta pared posible en el más positivo de los sentidos: la progresiva implicación del co-protagonista en el propio proceso creativo como un viaje de redención y desmitificación que deriva en última instancia en su obtención del tercer grado penitenciario.

Y por si fuera poco el poder ver una película como estas en la gran pantalla (en el festival Novos Cinemas de Pontevedra), el festival nos aporta un gran valor añadido al visionado con la presencia del propio creador. En un interesante coloquio posterior, con presencia de Flako ("nombre de guerra" elegido por Siminiani para su hombre sin nombre y sin rostro) por conexión telefónica, como espectador comprendí aún más la magnitud (cinematográfica, cultural y social) de lo que acababa de ver, todas las capas de significado e interpretación que arrojaba un relato que sólo fue posible a través de un ingrediente altamente escaso: la paciencia, el tiempo. He ahí la importancia fundamental de la producción y distribución independiente para hacer realidad propuestas que no encajarían con el marco industrial dominante, y de citas como estas para que puedan llegar al público.

P.D.: Como le dije en persona al cineasta, espero un Apuntes para una Película de Atracos: 20 años después en que sean su hija y el hijo de Flako quienes nos narren la evolución posterior de esta relación tan particular.