Una muy elogiable obra para entender la vida cotidiana de las clases más humildes de otros tiempos en Buenos Aires.
No coincido que sean 'villas miseria', que es un fenómeno social que se dio años más tarde, en la década del 40 - 50, con la llegada de muchos provincianos a tentar suerte en el conurbano porteño, y viviendas extremadamente precarias (chapas o cartón). Los barrios retratados en la película y en la novela pertenecen a la década del 30 o antes (tanto la novela como el film evocan tiempos ya pasados) y son más bien habitados por inmigrantes pobres y gente con ocupaciones muy modestas, pero con construcciones de material, lo que solía llamarse 'arrabal', nombre que aparece en innumerables tangos.
La película no pierde ritmo, es muy interesante y de buenas actuaciones, destacándose Alberto de Mendoza y el mismo director Mario Soffici entre otros.
Una película que no envejeció.