La chica sordomuda se refugia en una casa con puertas y ventanas de cristal y madera. ¿En serio vamos a tragarnos que un asesino decidido como este, que ya ha matado a su amiga, no va a romperlas de una patada? en lugar de eso deambula durante 40 largos y eternos minutos alrededor jugando al gato y al ratón. Luego es tan torpe que se deja robar la ballesta por la chica. Cuando se cansa de deambular, ya entonces sí que rompe los cristales para entrar. Se deja clavar una flecha con su ballesta, apuñalar, rociar con insecticida y finalmente, como colofón a tanta torpeza, se deja matar. Con asesinos así, las películas de terror están acabadas.

mención aparte al momento donde aparece el novio de la primera víctima, el asesino finge ser un patrullero que responde a la llamada de socorro, eso sí, sin uniforme y el novio se traga el bulo... los espectadores espero que no.

Decepcionante película, sin chicha ni limonada, de esas de las que uno se olvida hasta del título al día siguiente.