Un conmovedor retrato de la amistad entre dos seres de los más diferentes, un cazador que vive de lo que caza y conoce la taiga siberiana como su propia mano y un capitán del ejército que levanta mapas topográficos a lo largo de la gélida e inmensa frontera entre Rusia y China.
Encima tiene para mí, uno de los finales más redondos, trágicos y conmovedores que haya visto en el cine.
Una película rodada casi toda ella en espacios naturales, con un dominio de la cámara casi insultante. Con una fotografía espectacular, dejando que la dureza del medio natural hable por si sóla. De hecho es una película con pocos diálogos, pocos, pero siempre que un personaje habla, tiene algo importante que decir. Una de esas películas especiales, que parece que no está pasando nada, pero pasa mucho.
Kurosawa convierte a Dersu en uno de los personajes más fascinantes del cine. Un cazador ya anciano que vive del fruto de la caza, que sabe leer en la naturaleza, anticiparse a los cambios climáticos, a la vez, un alma pura, sin malicia que se gana el corazón de los militares.
Puede que sino te gusta el cine, se te haga larga, o creas que es aburrida, para mí, es una obra maestra, una película, como dije, redonda en su inicio, desarrollo y final. Totalmente recomendable.