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antonalva rating:
5
Drama. Thriller A sequel to Trainspotting. First there was an opportunity......then there was a betrayal. Twenty years have gone by. Much has changed but just as much remains the same. Mark Renton returns to the only place he can ever call home. They are waiting for him: Spud, Sick Boy and Begbie. Other old friends are waiting too: sorrow, loss, joy, vengeance, hatred, friendship, love, longing, fear, regret, diamorphine, self-destruction and mortal ... [+]
Language of the review:
  • es
February 26, 2017
76 of 94 users found this review helpful
Guardo un buen recuerdo de la película original y la he revisado poco antes de ir a ver ésta, para refrescar la memoria y calibrar mejor sus nexos de unión y divergencias. Y fui sin prejuicios ni expectativas preconcebidas, queriendo dejar sorprenderme por la propuesta de Danny Boyle, cineasta singular, capaz de lo mejor pero también de extraviarse en ejercicios de estilo vacuos y campanudos. Y durante toda la proyección se me repetía sin cesar, como un mantra, el interrogante “¿para qué?”, sin hallar una respuesta válida o razonable.

Retoma los personajes principales – así como alguno secundario – y los sitúa veinte años después, es decir, los hace envejecer como a tantos de nosotros, tratando de crear una historia inédita que recoge algunos temas del original – como el universo de las drogas y adicciones o la prevalencia omnisciente de la traición – pero sin aportar novedad alguna. Y el resultado final tiene algunas cosas buenas (como el juego de la memoria y los saltos en el tiempo entre un pasado revestido de tristeza y evocación) y algunas otras malogradas (como la endeble e inverosímil trama que vertebra el relato, lo artificioso y forzado de las situaciones, la ausencia de mordiente de sus imágenes y la falta de picardía de su banda sonora). Vamos, que más bien parece un desatino de mercadotecnia que no una obra sincera y bien trabada.

Quizás el mayor fallo sea la inclusión de Begbie, el personaje interpretado por Robert Carlyle, que si bien hace de motor y eje del enredo, resulta forzado e histriónico. Rompe la armonía del conjunto, parece más una caricatura que un personaje, pretende vigorizar el relato pero lo frena y estanca sin remisión, lo empantana en un lodazal de ira y venganza que parece sacado de un telefilm de sobremesa, pero que en ningún momento encaja con los demás protagonistas, con sus cuitas y desarraigos, sus contrariedades y quebrantos. Los demás personajes funcionan bien, sus vínculos y sus relaciones fluyen bien engarzados, no sorprende nada pero resulta interesante y convincente. La pesadumbre por la amistad perdida, por el tiempo transcurrido, por la separación y los desencuentros está bien recogida y retratada.

La nostalgia es corrosiva: echamos de menos lo que fue, lo que pudo ser y no fue, lo que perdimos, lo que se escapó de entre los dedos sin dejar más que un aroma a frustración, menoscabo y desengaño… y puede pesar como una losa que te desfonda y anula. Pero este melancólico esfuerzo por dar continuidad a una historia añeja resulta exangüe y tramposo, ha perdido la frescura y descaro de antaño sin aportar nada nuevo.
antonalva
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