Desde sus interraciales actores, tanto principales como extras, hasta sus alucinantes y reales escenarios alrededor del mundo, Sense8 es una producción de ficción digna de sobresaliente. Quizás me atrevería a decir que en un capítulo no termina de conseguir que "te pique el gusanillo" por no terminar de entenderla, pero en el segundo seguro que lo consigue. Tanto su trama como su planificación escénica conforman una serie que te dejará de piedra y espectante por más.