Pinocho de Ben Sharpsteen y Hamilton Luske es un drama infantil de animación basado en el famoso cuento de Carlo Collodi. Dirigida con un ritmo vigoroso y con el estilo infantil típico de las cintas del género que lleva su mensaje de lección en el interior, es una obra enternecedora que se va trasmitiendo generación tras generación por su belleza y humanidad que es perfecta para dar los primeros mensajes importantes a los niños, dando en este caso lección de bondad, buen comportamiento, cosas a evitar y sobre todo a toda costa evitar la mentira.
La fotografía es divertida y evocadora en una labor llamativa y tierna que llena de hermosas imágenes el film, añadiendo además el confort en todos y cada uno de sus colores. La música es bella y emotiva en un perfecto acompañamiento musical que con sus conmovedoras y divertidas melodías acompañan el film en un entrañable trabajo, además tiene unas canciones inolvidables cantadas por sus personajes. La simulación de planos y movimientos de cámara consuman una labor personal que sacan lo mejor de las expresiones de cada uno de los personajes en una correcta tarea.
Los personajes son perfectos para formar uno de los cuentos más hermosos y emblemáticos del mundo infantil, ya que cuenta con los indelebles personajes de Pinocho, Geppetto, Pepito Grillo y el Hada entre muchos otros. Los vestuarios y caracterizaciones que llevan son sugestivos y estéticamente apropiados según el personaje en un maravilloso trabajo que cumple notablemente con su cometido.
El guion, escrito por Ted Sears, Webb Smith, Joseph Sabo, Otto Englander, William Cottrell, Aurelius Battaglia y Erdman Penner y basado en la historia de Carlo Collodi, tiene un mensaje excelente en su interior para todos los públicos pero en especial para los niños, siendo tan tierno que sobrevive eficazmente generación tras generación. Esto se lleva a cabo con una narrativa infantil y bella que con tono amable o insidioso según el personaje acompaña el film con mucha expresividad. Destacando también, unos diálogos espontáneos y ocurrentes que serán las risas de toda la familia.
En conclusión, la considero una obra necesaria e imprescindible en la filmografía infantil para disfrutar con toda la familia, por ser simpática y enternecedora además de tener un hermoso mensaje en su interior que sobrevive eficazmente en la mente de todos los públicos. Recomendable por su dirección, guion, personajes, fotografía animada, música, vestuarios, caracterizaciones, narrativa y diálogos que vuelven a Pinocho, un film de animación infantil indeleble e indispensable para toda clase de públicos.